Un embarazo seguro
Bogotá, Colombia 17 de abril de 2025
Carmenza, una mujer de 37 años, vive en una comunidad indígena cercana al municipio de Fonseca. Actualmente enfrenta un embarazo de alto riesgo con 26 semanas de gestación, lo que la ha obligado a recorrer distintas clínicas en busca de atención médica adecuada. Durante las emergencias que vivió en los primeros meses, tuvo que trasladarse hasta San Juan del Cesar para recibir atención, lo que representaba un gasto significativo en pasajes y otros costos médicos.
Afortunadamente, Carmenza es beneficiaria del piloto Mami Cash, una iniciativa que busca reducir el riesgo de muerte materna y mejorar la supervivencia de los bebés. Gracias a este programa, ha recibido apoyo económico para cubrir sus necesidades médicas, a través de tres transferencias mensuales de quinientos mil pesos ($500.000). Este recurso le ha permitido garantizar la salud de su bebé y acceder a lo necesario para su bienestar.
“Esta ayuda ha sido muy significativa porque no tenía una estufa, y con el apoyo de Save the Children pude comprar una. No tengo nevera, pero con lo que ustedes me han enseñado, ya estoy ahorrando para comprar una. Así podré conservar frutas y verduras, que son muy importantes para mi embarazo y el desarrollo de mi bebé. Gracias a esta ayuda, mi hijo nacerá más saludable”, comparte Carmenza.
Además del apoyo económico, Carmenza y otras 13 mujeres participaron en talleres donde aprendieron sobre cuidado prenatal, salud y nutrición durante la gestación. “En la ranchería no tenemos acceso a esta información. Aprendí a alimentarme mejor y a reconocer los signos de alarma que debo tener en cuenta. También entendí la importancia de evitar ciertos alimentos y de la lactancia materna exclusiva, que es fundamental para el desarrollo de mi bebé”, expresa con gratitud.
El impacto del programa en la vida de Carmenza ha sido transformador. “Antes, a veces solo comía dos veces al día porque no tenía suficientes recursos. Ahora puedo consumir frutas, verduras y carnes con regularidad. Ya no paso hambre y, además, he aprendido a ahorrar para el futuro. Gracias a Save the Children y al proyecto LDS Mami, mi calidad de vida ha mejorado enormemente”, dice con una sonrisa de esperanza.
El compromiso de Save the Children no solo ha beneficiado a mujeres como Carmenza, sino que también ha fortalecido la atención maternoinfantil en el Hospital San Agustín en Fonseca. “El trabajo que hacen tiene un impacto positivo en muchas familias. Han donado una sala de lactancia, donde las mamás se sienten cómodas y salen felices por aprender a amamantar a sus bebés. También han capacitado a nuestro equipo en la promoción de la lactancia exclusiva, alimentación complementaria y salud mental para gestantes y lactantes. Estamos agradecidos por su apoyo”, señala Patricia Carrillo, trabajadora social del hospital.
Save the Children está comprometido con la promoción, protección y apoyo a la lactancia en Colombia. A través de este proyecto, busca empoderar a las familias para que amamanten con confianza y seguridad, reduciendo así el riesgo de desnutrición infantil. Su equipo de salud y nutrición brinda consejería a las madres, abordando inquietudes sobre el amamantamiento, el buen agarre del pecho, la estimulación, la extracción y conservación de la leche, además del acompañamiento en salud mental. Con este programa Save the Children sigue salvando vidas y ofreciendo a más mujeres la oportunidad de vivir su maternidad con mayor seguridad y bienestar.
Para más información contacte a: Leonardo Barreto, Fabian.barreto@savethechildren.org, coordinador nacional de comunicación