Este esfuerzo ha sido liderado por Red Papaz, la Universidad de los Andes, Educapaz, Save the Children Colombia, y la Fundación Centro Internacional de Educación y Desarrollo Humano (CINDE). El 1 de febrero, el Ministerio de Educación Nacional, la secretaría de educación de Bogotá y estas organizaciones conversaron alrededor de los hallazgos y resultados de esta iniciativa en línea con las prioridades del sector educación para los siguientes años.

“Mostramos cifras reales e importantes para dar a conocer las brechas que tenemos en materia de educación y que mueve a muchos de los aliados a complementar la oferta educativa, por ejemplo, el 36% de las sedes rurales no cuentan con servicio de agua, el 29% de las sedes educativas muestran como las niñas y niños enfrentan duelos y el 25% señales de violencia. Desde Save the Children, y en medio de la pandemia, pudimos identificar quién no estaba estudiando y por qué, luego procedimos a realizar actividades para que los niños, niñas y adolescentes accedieran a la educación formal. A los participantes se les enseñan habilidades de alfabetización en un corto período con una tasa de éxito del 81%. Ejemplo de ello es el trabajo en la frontera con Venezuela, en donde ubicamos espacios temporales de educación, apoyando la nivelación de las niñas y niños, de la mano de las secretarías de educación y el Ministerio de educación” indica María Paula Martínez, directora de Save the Children Colombia.

• El bienestar emocional y la salud mental son considerados como uno de los mayores retos que enfrentan las instituciones educativas en el presente.
• La comunidad educativa reclama mayores herramientas para la gestión de emociones y rutas para la atención de casos.
• La deserción y permanencia educativa debe ser prioritaria en la agenda pública, no limitarse exclusivamente a los responsables del sector educativo.

“Tenemos claro que la educación es el centro de las transformaciones que buscamos para lograr los impactos económicos, culturales, ambientales y demás; así las cosas, la infraestructura educativa no es un fin sino un pretexto de intervención, que tiene que jalar no solamente a la educación en el sentido amplio de garantizarle acceso y la permanencia, sino transformar las practicas docentes”. Olga Lucía Fuentes, directora de cobertura educativa del Ministerio de Educación Nacional.