La salud mental de niños, niñas y adolescentes se ve afectada tras terremoto de Japón, mientras muchas escuelas permanecen cerradas

TOKIO, 12 de enero de 2024 – Los niños, niñas y adolescentes cuyas vidas se vieron alteradas por el devastador terremoto del día de Año Nuevo en Japón han recibido un lugar seguro para jugar, en un esfuerzo por proporcionar calma y normalidad a sus vidas mientras muchos esperan a reanudar la escuela, según ha declarado Save the Children.

Miles de familias perdieron sus hogares cuando el terremoto de magnitud 7,6 sacudió la remota península japonesa de Noto el día de Año Nuevo, derribando edificios y provocando un gran incendio. Fue el mayor terremoto que ha vivido el país desde el mortal seísmo de 2011 que sacudió el noreste de Japón. Muchas escuelas japonesas reanudaron esta semana sus clases tras las vacaciones de invierno, pero en las ciudades y pueblos más afectados algunos centros no han podido reabrir, y las autoridades siguen evaluando los daños estructurales tras el terremoto y las réplicas.

La semana pasada, Save the Children inauguró un espacio acogedor para los niños, niñas y adolescentes en un centro de evacuación de la ciudad de Nanao, en la prefectura de Ishikawa, para que la niñez desplazada tuviera la oportunidad de correr y jugar entre ellos después de soportar días de incertidumbre y angustia tras el fuerte seísmo y sus múltiples réplicas.

Miyuki Akasaka, Asesora Técnica de Salud Mental y Apoyo Psicosocial (MHPSS) de Save the Children en Japón, declaró:

«En las zonas afectadas falta información sobre los niños y niñas debido al gran número de personas mayores. Por lo tanto, no disponer en esta fase de un apoyo de emergencia adecuado y apropiado centrado en niñez puede afectar a su salud mental y a su bienestar psicosocial». Save the Children proporciona a los niños y a sus familias lo que necesitan, incluso mediante la creación de Espacios Amigos de la Infancia, que son lugares seguros para que los niños jueguen y se recuperen.

«Los niños, niñas y adolescentes de las zonas afectadas necesitan alimentos y cobijo, así como apoyo básico, como un lugar seguro donde jugar, aprender y relacionarse con amigos y seres queridos. Esa es la parte más importante de la salud mental y el apoyo psicosocial».

La última catástrofe se ha cobrado al menos 213 vidas, según las autoridades, y se espera que la cifra de muertos aumente. El acceso a las zonas afectadas, incluida la parte más septentrional de la península de Noto, se ha visto dificultado por las carreteras cortadas y las condiciones meteorológicas adversas, como la nieve y la lluvia.

Save the Children también ha proporcionado kits infantiles de emergencia y peluches a los niños, niñas y adolescentes del refugio de evacuación de Nanao, junto con folletos que ofrecen orientación sobre primeros auxilios psicológicos.

«Seguimos proporcionando el apoyo necesario a los niños, niñas y adolescentes, y también tenemos previsto ofrecer formación en Primeros Auxilios Psicológicos a profesores y cuidadores infantiles para prepararlos para acoger a los niños, niñas y adolescentes y apoyar su salud mental y su bienestar psicosocial antes de que se reanuden las clases y los programas extraescolares», declaró Akasaka.

Save the Children Japón se fundó en 1986. Participa activamente en programas internacionales en campos como la salud, la nutrición y la educación. En Japón, Save the Children aborda activamente los problemas de la pobreza infantil y responde a catástrofes a gran escala, al tiempo que trabaja con los niños y sus comunidades en la preparación ante desastres

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