Hambre, el problema más preocupante para los niños y niñas en 2023 – Encuesta Mundial

LONDRES/GINEBRA, 11 de diciembre de 2023 – El hambre es el problema que más preocupa a los niños, niñas y adolescentes de todo el mundo este año, según casi la mitad de los adultos encuestados en casi todos los continentes por Save the Children.

La encuesta, realizada a más de 25.000 adultos entre septiembre y octubre, ha sido el mayor estudio global de este tipo realizado por la organización humanitaria, refleja la urgencia de la crisis del hambre que se ha extendido por todo el mundo debido a la combinación de la crisis climática, los conflictos y las consecuencias económicas de la pandemia del COVID-19.

El estudio reveló que el 45% de los adultos encuestados en 13 países cree que el hambre es el problema que más afecta a los niños, niñas y adolescentes en su país y en el mundo.  Save the Children realizó la encuesta en diversos países de renta alta, media y baja, como Alemania, Canadá, Egipto, España, Estados Unidos, Indonesia, Italia, México, Nigeria, Noruega, Reino Unido y Sudáfrica.

Los participantes en la encuesta podían elegir hasta tres opciones de una lista de 10 cuestiones que afectan a la infancia. La «pobreza» se situó en un cercano segundo lugar después del hambre, con un 40% de los encuestados que la identificaron como una de las principales preocupaciones que tienen por los niños, niñas y adolescentes, seguida de la «violencia hacia la niñez», con un 39%.

Por el contrario, «cambio climático» y «emergencias y desastres naturales» recibieron el menor número de votos, con un 14% y un 10% respectivamente. Cuando se pregunta directamente a los niños, niñas y adolescentes por los problemas que les afectan, el cambio climático ocupa un lugar central. El año pasado, Save the Children descubrió que el 83% de los niños, niñas y adolescentes de 15 países declararon ser testigos de cómo el cambio climático o la desigualdad, o ambos, afectan al mundo que les rodea.

Los niños, niñas y adolescentes presentes en la COP28, que se clausura esta semana en Dubai, afirmaron que crecer ya es bastante duro, y más ahora que tienen que preocuparse por los efectos dominó de la crisis climática.

«No se trata sólo de la lluvia y el sol; se trata de cómo estos cambios hacen la vida mucho más difícil. Los niños, niñas y adolescentes dejan de soñar con su futuro porque tienen que centrarse en encontrar comida y agua», dijo Nafiso, un joven somalí de 16 años, en la COP28. «Lo más aterrador es que, aunque todo el mundo siente los efectos del cambio climático, los niños, niñas y adolescentes son los que más los sufren».

A nivel mundial, cerca del 20% de las personas encuestadas declararon que «los conflictos y la guerra» se encontraban entre sus principales preocupaciones para la infancia. La encuesta se realizó antes de la escalada de violencia en los territorios palestinos ocupados e Israel el 7 de octubre.

Los conflictos, la inestabilidad económica y las repetidas crisis climáticas han alimentado una devastadora crisis de hambre en todo el mundo, con una media de 33 niños que nacerán con hambre cada minuto en 2023. La crisis del hambre no ha disminuido en lugares como Sudán, Afganistán y la República Democrática del Congo, donde un total de 7,8 millones de niños se enfrentan a niveles de emergencia de hambre, a un paso de la inanición, la muerte y niveles extremadamente críticos de desnutrición aguda.

Sin embargo, el hambre va más allá de los países afectados por conflictos. Los fenómenos meteorológicos extremos llevaron a al menos 27 millones de niños a padecer hambre el año pasado. Además, la creciente crisis del coste de la vida está poniendo los alimentos adecuados y nutritivos fuera del alcance de muchas familias en Estados Unidos, el Reino Unido y gran parte de Europa.

Alexandra Saieh, Directora de Promoción y Política Humanitaria de Save the Children, declaró:   

 «Está más que claro que el hambre es una preocupación para los niños, niñas y adolescentes de todo el mundo. Estos resultados subrayan la necesidad de una acción inmediata y de esfuerzos colectivos para abordar la crisis mundial del hambre y mejorar el bienestar de la niñez.

«Es vital que no sólo abordemos las necesidades inmediatas de la crisis mundial del hambre, sino que también atajemos sus causas profundas, como los conflictos, la pobreza y el cambio climático. Estamos viendo cómo se utiliza el hambre como método de guerra en muchos contextos. Se trata de una crisis mundial y requiere una solución mundial. Sin ella, el hambre seguirá destruyendo sueños y carcomiendo infancias en todas partes». 

Save the Children hace un llamamiento a los líderes mundiales para que aborden las causas profundas de la inseguridad alimentaria y nutricional aguda. Sólo poniendo fin a los conflictos mundiales, abordando la crisis climática y la desigualdad global, y construyendo sistemas de salud, nutrición y protección más resilientes y menos vulnerables a crisis como la COVID-19, los conflictos y la crisis climática, podremos garantizar que no vuelvan a sonar las mismas advertencias en los próximos años».

Save the Children también reclama una mayor colaboración entre gobiernos, organizaciones humanitarias y de desarrollo, grupos climáticos y el sector privado. Los niños, niñas, adolescentes y otros miembros de la comunidad deben poder opinar en estos debates. Ningún sector o intervención puede responder por sí solo a las múltiples causas y vulnerabilidades que conducen a la inseguridad alimentaria y nutricional, pero combinados, el impacto será más efectivo, eficiente y a escala.

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