En un mundo donde la escucha activa es una herramienta poderosa para el cambio, mi viaje con Save the Children comenzó en un momento de incertidumbre. La pandemia de COVID-19 me dejó sin empleo durante un año, hasta que una oportunidad en el área de nutrición me llevó a unirme a esta noble causa.

Con una vasta experiencia previa trabajando con niños, niñas y mujeres embarazadas, vi en Save the Children la oportunidad de unir fuerzas en un proyecto que promueve la lactancia materna y la alimentación complementaria en los más pequeños. Este paso no solo desafió los estereotipos sociales, sino que también demostró cómo mi masculinidad puede ser un aliado fundamental en la protección y garantía de los derechos de la niñez.

Después de dos años en el equipo de salud y nutrición, me embarqué en una nueva aventura como gestor de casos en el componente de protección de Save the Children. Aquí, mi misión era clara: apoyar a niños, niñas, adolescentes y familias que habían sufrido diversas formas de violencia o que necesitaban un cuidado adecuado.

En un mundo donde la vulnerabilidad acecha, mi equipo y yo no solo analizamos casos, sino que escuchamos historias. Comprender las dinámicas familiares y los riesgos potenciales para los más jóvenes es fundamental para diseñar planes de acción personalizados que protejan y promuevan sus derechos.

En contextos donde la población migrante enfrenta dificultades sociales, como el consumo de sustancias o la presencia de bandas organizadas, nuestro trabajo se vuelve aún más crucial. Pero en cada intervención, en cada historia compartida, la escucha activa es la herramienta que guía nuestro camino hacia un cambio positivo.

Para mí, trabajar en Save the Children no es solo un empleo, es una vocación. Es una oportunidad para ofrecer escucha, orientación y servicios amigables a favor de los más vulnerables. Es un recordatorio constante de que todos podemos contribuir a mejorar la vida de los demás, empezando por nuestras propias acciones.

Mi viaje con Save the Children ha sido una experiencia de aprendizaje y crecimiento personal y profesional. Aquí, he encontrado un espacio donde mis habilidades, conocimientos y sensibilidad hacia el servicio se han fortalecido, mientras colaboro con un equipo dedicado a transformar vidas y proteger los derechos de la niñez.