Peter llegó a este mundo en medio de circunstancias hostiles: un embarazo no planeado ni deseado, una relación distante con el padre y de poca responsabilidad, y una madre encargada de su cuidado y sostenimiento en un país que atraviesa una crisis socioeconómica que no le favorece. A sus dos años, Peter migró con su familia a Colombia, y en su hogar llegaron nuevos integrantes: su tía, de apenas 6 años, su abuela y abuelo maternos.
En este nuevo país, Peter disfrutaba de su cotidianidad, de la vida en familia y en el barrio, según relata su familia. Sin embargo, los constantes cambios de residencia de la familia le generaban un poco de malestar e incertidumbre, aunque siempre fueron con la convicción de buscar mejores condiciones de vida en un país que les había recibido, pero aún les resultaba desconocido.
[1] Nombre ficticio adaptado para salvaguardar la identidad de la protagonista de la historia.