Londres/Ginebra, 19 de septiembre de 2024 – Poner fin a los conflictos para que los niños y niñas puedan ir a la escuela.  Encontrar soluciones a la crisis climática para que la niñez no se vea obligada a abandonar sus hogares. Dar voz a las niñas. Estos son sólo algunos de los derechos que exigen los niños y niñas de todo el mundo, mientras jóvenes activistas y expertos en derechos se reúnen este mes para conmemorar los 100 años desde que la Sociedad de Naciones, precursora de las Naciones Unidas, adoptó la Declaración de Ginebra sobre los Derechos del Niño.  

Este innovador documento internacional, fue redactado por Eglantyne Jebb, fundadora de Save the Children, quién hablaba por primera vez de la existencia de derechos específicos de la infancia, declarando que todo niño y niña tiene el derecho fundamental a la educación, a la protección en situaciones de peligro, a la alimentación y a la seguridad frente a la explotación.   

El documento, que afirmaba que «la humanidad debe al niño lo mejor que tiene para darle», se convirtió en el precursor de la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989, el tratado de derechos humanos más respaldado de la historia. Pero a pesar de los grandes avances del último siglo, hoy en día los derechos de los niños se ven disminuidos y la desigualdad aumenta. Uno de cada cinco niños del mundo crece en una zona de conflicto [1] y uno de cada 50 sufre desplazamiento forzoso, el doble que hace una década, según un análisis de Save the Children de los datos de ACNUR [2]. El año pasado nacieron 33 bebés con hambre por minuto [3], mientras que cada año los fenómenos meteorológicos extremos interrumpen el aprendizaje de unos 40 millones de niños y niñas, una cifra que probablemente aumente a medida que su intensidad y frecuencia crezca debido al cambio climático [4]. 

En una conferencia de prensa organizada por Save the Children para conmemorar el mencionado centenario, defensores de los derechos de la infancia de todo el mundo hablaron sobre sus puntos de vista acerca de los derechos de la niñez y qué medidas desean que tomen los líderes mundiales y otros responsables de la toma de decisiones. 

PROTECCIÓN Y FIN DEL CONFLICTO  

Lara, de 15 años, habló del impacto del conflicto en el sur del Líbano sobre los niños y niñas desplazados a otras partes del país, en particular sobre su bienestar psicosocial y su salud mental. «Los niños han perdido sus casas, juguetes, y sus sueños». Ahora viven con el miedo constante a la escalada, a las explosiones, drones y aviones de guerra, y los niños están atrapados en medio de un futuro incierto», afirmó. 

Aunque Lara agradeció los esfuerzos humanitarios, afirmó que, en última instancia, la seguridad de los niños sólo se conseguirá poniendo fin al conflicto.  

Ibrahim, de 14 años, también habló de cómo el conflicto en su estado natal, en el norte de Nigeria, hace que muchos niños vivan con miedo al próximo ataque. «Muchas noches he visto a niños obligados a huir de sus casas, a buscar refugio en campamentos superpoblados y sin recursos. Han perdido sus casas, sus escuelas, su infancia». 

ACCESO A LA EDUCACIÓN Y SANIDAD  

Lara explicó cómo el conflicto ha afectado a la educación de sus amigos desplazados, situación que se ha visto agravada por la crisis económica y los problemas de infraestructura del Líbano. «Las escuelas están desbordadas por el gran número de nuevos alumnos. El barrio en el que vivo está superpoblado y falta capacidad para adaptarse a las distintas comunidades y satisfacer las necesidades de los desplazados, ya sea en sanidad, educación u otros servicios esenciales.» 

Aunque existe la enseñanza a distancia, muchos niños y niñas no tienen acceso a Internet para asistir a clases en línea.  

«Exijo el derecho a la educación para mí y para mis amigos», afirmó. 

ACCIÓN PARA PREVENIR LAS CATÁSTROFES CLIMÁTICAS 

Rachel, de 16 años, es de Malawi, uno de los países del mundo con mayor vulnerabilidad climática para los niños [5]. En su comunidad, la crisis climática ha afectado de forma desproporcionada a los derechos de las niñas. Dijo que cada vez más niñas abandonan la escuela porque se ven obligadas a ayudar en tareas familiares como recoger agua y cuidar de sus hermanos.   

Por su parte, Ibrahim explicó cómo han afectado a su comunidad las devastadoras inundaciones que se han producido este mes en Nigeria y pidió que se tomen medidas a largo plazo.  No se trata sólo de un desastre, sino del fracaso de nuestros sistemas para proteger a los más vulnerables». Pidió tanto «ayuda inmediata» como «soluciones a largo plazo para garantizar que semejante devastación no vuelva a repetirse». 

PARTICIPACIÓN INFANTIL    

En todos los ámbitos, la niñez quería que se les escuchara. Los llamamientos de los niños y niñas a la acción han impulsado cuestiones clave que les afectan, como la emergencia climática y las leyes nacionales sobre derechos, en la agenda pública y política, pero aún queda mucho por hacer.   

Rachel pidió más espacio para las voces de las niñas en los debates relacionados con el cambio climático. «Las niñas están excluidas de los procesos de toma de decisiones relacionados con el cambio climático a pesar de ser las más afectadas».   

Ibrahim, que ayudó a implantar una ley de derechos de la infancia en el parlamento del estado en el que vive, afirmó: «En mi comunidad, trabajamos juntos para garantizar que, incluso ante la adversidad, los niños sigan teniendo voz». 

Inger Ashing, directora general de Save the Children Internacional, ha declarado:   

«A pesar de las difíciles realidades de la niñez hoy, he tenido el privilegio de ver la capacidad de recuperación de niños y niñas y me he reunido con los que luchan por sus derechos y los de sus familias y amigos».     

«Defender los derechos de los niños es nuestra historia, nuestro presente y nuestro futuro. Nuestro trabajo de apoyo a los niños para que reclamen sus derechos es tan urgente y relevante hoy como lo era hace 100 años y no pararemos hasta que los derechos de los niños sean respetados, apoyados y protegidos en todo el mundo».   

«Necesitamos seguir escuchando a los niños que alzan su voz y comparten ideas constructivas para el futuro que quieren ver».   

Save the Children apoya a los niños de todo el mundo proporcionando espacios seguros a aquellos cuyas vidas están destrozadas por los conflictos, mejorando el acceso a una educación y una sanidad asequibles, y amplificando las voces de los niños que se oponen al matrimonio infantil y hacen campaña por un futuro más ecológico y justo. La organización de defensa de los derechos de la infancia también hace campaña por y con los niños para pedir medidas urgentes contra la crisis climática y la desigualdad, con el fin de crear un futuro seguro, sano y feliz para los niños.