La Prevención del Suicidio en la Niñez: Un Llamado a la Acción
Colombia, 10 de septiembre 2024
En Colombia, el suicidio infantil es una problemática de salud pública que, aunque poco visibilizada, exige una atención[1] inmediata y coordinada. En los últimos años, los casos de suicidio entre niños, niñas y adolescentes han aumentado, poniendo de manifiesto la necesidad de fortalecer las estrategias de prevención y atención en salud mental en todo el país.
De acuerdo con el reporte de medicina legal, en Colombia entre enero y junio de 2024,[2] se han reportado 145 muertes por suicidio en niños y niñas entre 6 y 17 años. Situación alarmante a la que se suman las alertas departamentales por aumento en intentos de suicidio entre los niños y las niñas.
Es clave reconocer que en la niñez factores como el acoso escolar, la violencia intrafamiliar, la pobreza, la violencia sexual y de género, la discriminación, la exposición al conflicto armado, la exclusión social y la falta de acceso a servicios de salud mental adecuados pueden incrementar el riesgo de conductas suicidas. De otro lado contemplar la capacidad de abordaje, puesto que Mientras el número de casos crece, el número de especialistas es insuficiente. Colombia cuenta con 2,5 psiquiatras por cada 100.000 habitantes, cifra que está muy por debajo de la tasa de 10 que recomienda la Organización Mundial de la Salud.
En regiones afectadas por el conflicto armado, la migración forzada, los desastres naturales y la pobreza extrema, como: Arauca, La Guajira, Tumaco, Buenaventura, Cali, Bogotá. Los niños y niñas enfrentan situaciones que agravan su salud mental, lo que incrementa su riesgo de suicidio.
Para abordar este desafío, es crucial que el Estado, las organizaciones de la sociedad civil, las instituciones educativas y las familias trabajemos en conjunto, para que:
- Los servicios de salud mental sean accesibles, inclusivos y adaptados a las necesidades específicas de la niñez. Esto incluye la sensibilización con los niños, las niñas, y las comunidades, así como, la capacitación de profesionales en las instituciones educativas y de salud para lograr la identificación temprana de señales de alarma y la creación de protocolos de atención eficaces.
- Las escuelas sean espacios seguros donde los niños y niñas puedan hablar abiertamente sobre sus emociones, ideas y sueños. La educación emocional y la promoción de la salud mental deben ser parte integral del currículo escolar.
- Las familias apoyen la prevención del suicidio de los niños y las niñas. Es vital proporcionarles herramientas y recursos para que puedan acompañar a sus hijos e hijas de manera adecuada, reconocer señales de alarma y buscar ayuda profesional cuando sea necesario.
- Las comunidades sean espacios de apoyo donde los niños y niñas se sientan valorados y escuchados. Programas de orientación, actividades pedagógicas y redes de apoyo comunitario pueden marcar una diferencia significativa.
- Haya seguimiento de los casos con riesgo de suicidio, y se pueda contar con datos actualizados sobre el suicidio de niños y niñas en Colombia. Que permita orientar las políticas públicas y las intervenciones. La investigación debe incluir un enfoque diferencial que considere las particularidades de los distintos grupos poblacionales.
Desde Save the Children, hacemos un llamado a la acción para que la prevención del suicidio especialmente cuando se trata de niños y niñas, sea una prioridad en la agenda pública. Seguimos trabajando para brindar orientación, apoyo y escucha a los niños, niñas, familias y comunidades, haciéndoles sentir seguras y acompañadas en el proceso de búsqueda de apoyo y atención en salud mental.
¡Por una niñez saludable y libre de cualquier forma de violencia, que goce de sus derechos y crezca con integridad!
FIN
Notas para el editor:
[1] https://www.paho.org/es/temas/prevencion-suicidio
[2] https://www.medicinalegal.gov.co/documents/20143/1003447/Boletin_NNA_junio_2024.pdf
[3] https://www.procuraduria.gov.co/Pages/suicidio-disparado-colombia-cuenta-trastornos-mentales-procuraduria.aspx