Rosbely sueña con ser una gran abogada y ayudar a su familia.
Lograr conseguir un cupo escolar en Riohacha (La Guajira) fue toda una odisea para Rosbely y sus hermanos, pese a que les cerraron varias puertas por no contar con la documentación requerida para las matriculas, Maryi, su mamá no escatimó esfuerzos para lograr que sus hijos pudieran estudiar.
Aunque Rosbely y sus hermanos quedaron un año por fuera del sistema escolar, gracias a la perserverancia y la gestión de Maryi hoy todos están estudiando y son un referente de esfuerzo y dedicación para sus familiares y vecinos.
La historia de Rosbely en sus propias palabras:
Desde que Rosbely, 14 años, y su familia llegaron a Colombia tenían claros sus objetivos: continuar a toda costa con su formación escolar, pese a que al principio fue bastante tedioso lograr este objetivo.
“Mi mamá luchó mucho para poder matricularnos. Recuerdo que salía todos los días a buscarnos colegio pero siempre le cerraban las puertas por ser venezolana, esto me hacía sentir muy mal, además en el barrio me hacían bullying por mi nacionalidad”, recordó con nostalgia la joven.
“Cuando por fin logré ingresar al colegio mis compañeros también me hacían bullying y yo me sentía mal usando el uniforme pues era una manta estilo wayuú y no me gustaba cómo me quedaba porque estaba acostrumbrada a otro tipo de uniformes escolares”, relató.
Sin embargo con el paso del tiempo sus compañeros la fueron conociendo y las burlas desaparecieron, por el contrario empezó a ser conocida en el salón por su buen desempeño académico y empezó a hacer muchos amigos tanto en el salón de clases como en su barrio.
“Cada vez que llega una familia venezolana al barrio o cuando llegan familiares mios yo les digo que al principio es un poco fuerte adaptarse, pero ya después que las personas lo conocen a uno las cosas cambian. Me gustaría que Save the Children nos ayudara a rescatar a los niños venezolanos que no están estudiando para que no pierdan la fe en estudiar”.
“En Venezuela la situación sigue bastante dura y hay muchas familias que se siguen viviendo para acá. bien Yo soñaba con realizar mis metas allá pero no se pudo y por estoy estudiando acá porque quiero ser una gran abogada y voy a darlo todo para sacar a mi familia adelante”, sostuvo Rosbely.
Maryi, la mamá de Rosbely destaca la fortaleza y dedicación de su hija y al igual que ella pide que las autoridades locales y nacionales redoblen acciones para lograr que los niños y niñas venezolanas puedan seguir con sus estudios al llegar a Colombia.
“Yo duré meses tocando las puertas de varias instituciones y en todas mes las cerraron, debido a esto mis hijos perdieron un año escolar. A lo mejor hay mamás que están en la misma situación y sienten miedo, frustración o simplemente se siente perdidas porque no hay quien la asesore o las apoye”, explicó.
“Acá en Riohacha hay grandes cantidades de niños y niñas venezolanass que no están estudiando, me gustaría que rescataran esos niños que están en la calle, como madre me gustaría ese apoyo porque yo sentí y sufrí por no poder garantizarles un cupo escolar a mis hijos”, finalizó la mamá de Rosbely.
Contexto e información del proyecto:
Riohacha es la capital del departamento de La Guajira, está ubicada en el caribe colombiano y limita con Venezuela por lo que es uno de los departamentos receptores de migrantes. Cuenta con una población estimada de 277.913 habitante y su economía se basa principalmente en la ganadería y la pesca
A partir del 2019, Save the Children llega a los municipios de Fonseca, San Juan del César y Riohacha (La Guajira) a través del proyecto ‘El Mundo es mi Hogar’, centrado en mejorar la realización del derecho a una educación de calidad, segura y con perspectiva de género para las niñas y niños afectados por el conflicto y la crisis en la frontera colombo-venezolana. Con este último proyecto, que se implementará por 31 meses en la zona, se busca beneficiar a más de 30.403 niños, niñas y adolescentes que viven en la zona.