Bogotá, 05 de febrero de 2021
Como parte del compromiso de Save the Children para el 2021 de fortalecer el aprendizaje y acceso a la educación segura y de calidad, hacemos un llamado por el interés superior de la niñez colombiana para redoblar esfuerzos y recursos en busca del retorno seguro y progresivo a la escuela, como una meta país entre el Gobierno Nacional, los Departamentos y Alcaldías, docentes, padres, madres y cuidadores, estudiantes y sociedad civil.
Resaltamos la importancia de aumentar nuestro trabajo conjunto, para salvar la educación e impulsar el retorno seguro a la escuela, en especial por los efectos negativos que en el desarrollo de la niñez y en particular quienes se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad, enfrentan ante esta interrupción.
De acuerdo con el Informe Global de Save the Children: “Protect a Generation: the impact of COVID-19 on children’s lives” antes de la pandemia, al menos la mitad de la población global no contaba con acceso a los servicios básicos de salud y alrededor de 100 millones de personas en el mundo se vieron enfrentados a la pobreza extrema debido a los costos de atención médica[v]. Y en términos educativos, crisis anteriores demuestran que, para los estudiantes más afectados, las pérdidas de aprendizaje implican un retraso de hasta 1,5 años en su escolaridad, lo cual puede persistir hasta cuatro años después de cierres importantes de escuelas sin las intervenciones adecuadas.[1] Los primeros datos mundiales muestran que las tasas de analfabetismo infantil aumentaron entre 14 y 38% a medida que las escuelas reabren tras el cierre de COVID-19.[2]
Las pérdidas de aprendizaje equivalentes a un año escolar —que es hacia donde se acerca Colombia— causarían un crecimiento del PIB un 4,3% menor durante el resto del siglo.[3] El Covid-19 exacerbará las desigualdades existentes y hará que millones de niños en Colombia enfrenten un mayor riesgo de abuso, negligencia, explotación y violencia.
María Paula Martínez, Directora Ejecutiva de Save the Children Colombia, afirma que “en épocas de pandemia se pone en manifiesto la importancia que tiene el acceso a una educación de calidad. El llamado que hace Save the Children a nivel internacional, es el retorno programado y seguro al colegio, sin educación es imposible la realización de otros derechos, sin educación se evita que niños y niñas sean protegidos, se impide su acceso a la recreación, a la salud y se imposibilita su desarrollo y el de un proyecto de vida que solo el colegio y el conocimiento pueden proveer” Por eso, nuestras acciones como organización humanitaria, ponen en el centro a la niñez, en especial aquella que vive en entornos de bajos ingresos y limitado acceso a la educación en zonas rurales y zonas periféricas de las ciudades, así como a las niñas, los desplazados internos, migrantes y refugiados, niños, niñas y adolescentes en condición de discapacidad, y a todos aquellos quienes viven en contextos de conflicto armado y otros tipos de violencias.
El informe global sobre la situación de las niñas que lanzó Save the Children en 2020, previó que las cifras de matrimonios infantiles y de embarazos en la adolescencia ascenderán de manera drástica, hasta 2,5 millones adicionales de niñas se encuentran en riesgo en los próximos cinco años debido a los impactos económicos de la pandemia. Además, el informe ubica a América Latina y el Caribe entre las regiones a nivel mundial con las cifras más altas de niñas en situación de riesgo de embarazo[vi]. Adicionalmente, los cierres educativos y el asilamiento durante seis meses podrían dejar a mujeres en países de ingresos bajos y medianos sin poder usar anticonceptivos modernos, lo que provocaría una proyección adicional de 7 millones de embarazos no deseados. Seis meses de encierros podrían resultar en 31 millones de casos adicionales de violencia de género.[vii]
Lo anterior tiene serias implicaciones en las brechas regionales de nuestro país. Donde el 96% de los municipios, los colegios oficiales no tienen las condiciones de conectividad para clases virtuales, el 60% de los docentes desarrollan prácticas tradicionales en el aula como la memorización, el uso de textos obsoletos y la concentración y el 56% de los docentes no tiene acceso a plataformas digitales.[4]Estas son algunas de las condiciones que han llevado, a que según el Laboratorio de Economía de Educación de la Universidad Javeriana, cerca de la mitad de las personas que estaban estudiando habían dejado de hacerlo en agosto por falta de conectividad o por razones económicas. Peor aún, entre los estudiantes de estrato socioeconómico bajo, esta cifra se eleva al 77%. Por eso, es devastador dejar de acceder a la educación, la escuela para niños y niñas es salvavidas, cuando el hogar no es seguro, o en el barrio o vereda hay violencia, la escuela es protección. Cuando se tiene hambre, la escuela proporciona comida. Y cuando se vive en la pobreza, la escuela es la esperanza de un futuro mejor.
Las niñas y niños no deberían ser responsables por riesgo de contagio para los adultos, y eso no debería hacer parte de las justificaciones del cierre escolar. Los riesgos que ellos están viviendo y sus impactos en el futuro son mucho mayores. La evidencia muestra que niños y niñas son menos susceptibles y transmiten en menor medida que los adultos el Covid-19, pero el costo de interrumpir su educación tiene un impacto mayor. Los primeros estudios comparativos sugieren que el cierre de escuelas reduce la transmisión en las comunidades mucho menos que otras intervenciones de distanciamiento social.
Las proyecciones de la UNESCO-GEM muestran que la acción temprana ahorrará a los gobiernos hasta un 75% en gastos para mitigar los impactos educativos de COVID-19. Por esta razón debemos acompañar de manera urgente a las gobernaciones y alcaldías en que los 1.7 billones transferidos por el Ministerio de Educación (MEN) para atender la emergencia a partir de noviembre, incluyendo la preparación de los protocolos de bioseguridad, se ejecuten de manera eficaz y eficiente, con la veeduría de todos. De manera que sea posible incrementar del 75% al 100% los municipios y departamentos que hoy tienen fechas definidas para la alternancia, así como superar el 15.6% de los más de 9000 establecimientos educativos oficiales que a enero, tienen las condiciones de habilitación listas para un retorno progresivo y seguro, según información del MEN.
Es fundamental que estos recursos se complementen además desde la cooperación y la sociedad civil, para adoptar las medidas necesarias para un retorno seguro y progresivo tales como: clases de actualización para ayudar a los estudiantes a volver a ingresar a su educación, asegurando que ningún niño se quede atrás. Instalaciones de agua, saneamiento e higiene en las escuelas, para hacerlas seguras para estudiantes, maestros y sus familias. Campañas nacionales de comunicación de regreso a la escuela para persuadir a las comunidades de que es seguro que la niñez retorne a sus estudios. Capacitación efectiva para maestros en la comunicación sobre la pandemia y los cambios dentro de la escuela para mantener a todos a salvo. Transferencias de efectivo a las familias más pobres para que sus hijos vuelvan a la escuela una vez que vuelvan a abrir.
Para Save the Children es muy importante que se cuente con la infraestructura del espacio en donde los niños, niñas y adolescentes van a estudiar, así como con los materiales de trabajo y el equipo docente con capacidad de atender a la población. De esta forma hemos desarrollado estrategias conjuntas para el fortalecimiento de espacios físicos, entrega de kits de educación para continuar con su aprendizaje, y materiales para docentes que respalden su labor pedagógica y alfabetización digital y acceso a TIC.
Es el caso de la cualificación de maestros, el desarrollo de manuales para el regreso a clase, la adecuación en las condiciones de saneamiento y dotación de insumos e implementos de aseo y bioseguridad a más de 37 instituciones educativas en los departamentos de Norte de Santander, La Guajira, Arauca, Valle del Cauca y Nariño. Estas medidas y otras complementarias las seguiremos expendiendo en estos y otros departamentos del país durante el 2021.
Darío Antonio Núñez, rector de la Institución Educativa Presbítero Álvaro Suárez, en Norte de Santander, señala frente a este trabajo conjunto: “estos son elementos importantes para lo que se pretende con el retorno seguro a clases pues en nuestro colegio nos gustaría iniciar con una alternancia gradual y progresiva hasta una cercana presencialidad, sin embargo es clave que los entes territoriales no limiten sus ayudas a enviar cuadernos o elementos de bioseguridad sino que también deben invertir en mejorar las locaciones y espacios de los colegios, mejorar los fluidos eléctricos y de agua”.
De esta manera, las escuelas han empezado a reabrir sus puertas enfrentándose a nuevos desafíos para adaptarse al distanciamiento físico, el aprendizaje en alternancia y a las nuevas prácticas de higiene para el bienestar de la infancia. Seguiremos haciendo lo que haga falta para salvar la educación y proteger a una generación. #HastaElÚltimoNiñoyNiña.
Persona de contacto
Sandra Milena Rueda – Oficial Nacional de Comunicaciones – sandra.rueda@savethechildren.org
Felipe Cortés – Director de Incidencia y Comunicaciones – Felipe.cortes@savethechildren.org
[1] RISE. Tahir Andrabi, Benjamin Daniels, and Jishnu. 2005. Human Capital Accumulation andDisasters.
[2] https://www.ukfiet.org/2021/calculating-the-educational-impact-of-covid-19-part-iii-where-will-students-be-when-schools-reopen/
[3] OCDE. Hanushek E and L. Woessman, 2020, “The economic impacts of learning losses”, Education Working Papers, No. 225, OECD
[4] Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Pontifica Universidad Javeriana. 2020.
[i] Informe Save the Children: Salvemos Nuestra Educación. En: https://savethechildren.org.co/salvemos-nuestra-educacion/
[ii] CEPAL-UNICEF Violence against children and adolescents in the time of COVID-191. Nov 2020.
[iii] Ministerio de Educación Nacional (2017).
[iv] The Lancet. School closure and management practices during coronavirus outbreaks including COVID-19: a rapid systematic review. 2020.
[v] Informe Global de Save the Children: “Protect a Generation: the impact of COVID-19 on children’s lives”. En: https://savethechildren.org.co/protect-a-generation-the-impact-of-covid-19-on-childrens-lives/
[vi] Informe mundial sobre las niñas 2020. En: https://savethechildren.org.co/informe-mundial-sobre-las-ninas-2020/
[vii] https://www.unfpa.org/press/new-unfpa-projections-predict-calamitous-impact-womens-health-covid-19-pandemic-continues