De acuerdo con el Programa Conjunto de Monitoreo (JMP) de la Organización Mundial de la Salud y UNICEF “La pandemia de COVID-19 subrayó la importancia de proporcionar entornos de aprendizaje saludables e inclusivos. Para proteger la educación de los niños y niñas, el camino hacia la recuperación debe incluir equipar a las escuelas con los servicios más básicos para combatir las enfermedades infecciosas hoy y en el futuro”. Lo anterior exige, por tanto, ejecutar acciones orientadas al mejoramiento y adecuación de la infraestructura para la prestación de los servicios en agua y saneamiento en las instituciones educativas, como lo ha venido haciendo a lo largo de este año este proyecto.
A la fecha, en La Guajira se ha construido una batería sanitaria, y se han adecuado otras nueve en los departamentos de Arauca (3), La Guajira (3), Norte de Santander (1) y Valle del Cauca (2) . En estas adecuaciones se realizaron mejoras a los sistemas hidrosanitarios, suministro e instalación de acometidas eléctricas, cambios y reparaciones en baños, duchas, lavamanos y sus accesorios; adecuaciones locativas de paredes, puertas, ventanas, espejos, techos y acabados (señalización), pruebas de presión de tuberías hidráulicas, reparación de fugas y proceso de limpieza y desinfección.
Participantes del proyecto para rehabilitaciones por departamento
Además de mejorar la infraestructura de 10 instituciones educativas en los departamentos de Arauca (4), La Guajira (3), Norte de Santander (1) y Valle (2), se realizaron talleres pedagógicos orientados a la comprensión de la importancia de acciones preventivas en la construcción de entornos saludables y la profundización con las comunidades sobre la importancia de buenas prácticas higiénicas.
Estas acciones demuestran la importancia, para las organizaciones, de convertir a las escuelas en el pilar de la salud comunitaria para un doble beneficio inmediato: disminuir la tasa de enfermedades y aumentar la escolarización. Una educación de calidad requiere espacios e infraestructura adecuada que permita el pleno desarrollo y seguridad de las comunidades escolares, dentro de los cuales el acceso al agua ocupa siempre un rol fundamental.