Mariangel fue una de las ganadoras del concurso 'Relatos sin Fronteras' liderado por el proyecto 'El Mundo es mi Hogar'
En 2019, cuando Mariangel, de 13 años, tuvo que abandonar a su natal Valencia (Venezuela) en busca de mejores oportunidades de vida para ella y su familia, llegó al municipio de Sardinata (Norte de Santander) en la frontera colombo-venezolana.
Llegaron solo con un par de maletas y muchos sueños por cumplir, y adaptarse no fue fácil, asegura Mariangel. Incluso ganarse la confianza de sus compañeros y docentes fue una gran tarea.
“Mi mamá tuvo muchos problemas para matricularme. Los profesores no querían aceptarme porque decían que las niñas y niños venezolanos solo llegábamos a retrasar el aprendizaje de los demás”, explica la niña. “Escuchar esto fue duro para mí, pero decidí que con mis acciones iba a cambiar la forma en la que ellos me veían a mí a mis hermanas”.
Con esfuerzo y dedicación logró ser una de las alumnas más sobresalientes, sin embargo, en 2020 con la llegada del COVID-19 y el cierre inminente de las escuelas en todo el país para evitar brotes de contagio, tuvo que enfrentar un nuevo reto: las clases virtuales.
Atender a estas clases era toda una odisea. En casa el único dispositivo con que ella y sus tres hermanas contaban para poder estudiar era el viejo celular de su mamá; así que se turnaban a diario para cumplir con sus tareas, lo que empezó a repercutir en su rendimiento académico.
“Un día mientras me conectaba a la clase de lengua castellana la profesora me animó a participar en un concurso de Save the Children y la Embajada de Canadá llamado ‘Relatos sin Fronteras’ donde invitaba a las niñas y niños migrantes a contar sus experiencias desde su llegada a Colombia. Nunca había participado en ningún concurso de este tipo ni mucho menos había abierto mi corazón para contar cómo me sentía. Incluso me daba pena hablar en público y pienso que ese ejercicio fue muy bueno”, relató emocionada.
Con lo que Mariangel no contaba era que este primer acercamiento con Save the Children le iba a “cambiar la vida radicalmente”, como ella misma hoy lo asegura.
Su relato fue uno de los ganadores y su premio fue una tableta para mejorar su acceso a las clases virtuales.
“Participar en este concurso es una de las mejores cosas que me ha pasado en Colombia, no solo porque me gané una tableta y eso mejoró enormemente la forma en cómo puedo conectarme a las clases virtuales, sino que pude participar en un webinar con niños y niñas migrantes residentes en toda Colombia y esa experiencia fue muy emotiva”, detalló Mariangel.
Ella fue una de las ponentes del webinar ‘Mis Sueños Van Conmigo’ que realizó Save the Children con el apoyo de la Embajada de Canadá en el marco del Día Internacional del Migrantes (el pasado 18 de diciembre). Este espacio pretendía que las niñas y niños migrantes contaran sobre los sueños que trajeron desde su país y los retos que han afrontado desde su llegada.
“Save the Children me dio la oportunidad de ser escuchada y de convertirme en la voz de miles de niñas y niños migrantes en Colombia. Nunca pensé que yo tuviera estas habilidades para expresarme ante tanta gente, y gracias a su intervención y apoyo estoy descubriendo nuevas potencialidades”, aseguró motivada Mariangel.
“Estoy feliz de que la niñez pueda ser escuchada y sus opiniones sean tenidas en cuenta. Me gustaría volver a participar de más espacios de este tipo y desde ya invito a mis compañeros a que también lo hagan porque las niñas y niños tenemos mucho que aportar”.
A la par del webinar ‘Mis Sueños Van Conmigo’, el pasado mes de febrero, Mariangel representó nuevamente a la niñez migrante en el espacio virtual ‘Cuentos y otras memorias, niñas y niños contamos nuevas historias’ liderado por la Coalición contra la vinculación de niñas, niños y jóvenes al conflicto armado en Colombia (Coalico) en el marco del Día Internacional de las Manos Rojas.
“Gracias a Save the Children ahora tengo las herramientas necesarias para atender mejor la clase, descubrí el talento que tengo para hablar en público y descubrí también que quiero seguir siendo la voz de los niños y niñas y por eso espero poder aprender más con el proyecto ‘El Mundo es mi Hogar’ sobre los derechos de las niñas y los niños porque debemos exigir nuestros derechos”, manifestó.
“Hay muchos niños colombianos y venezolanos que no pueden estudiar y quiero seguirme capacitando para llevar sus voces bien alto”, concluyó Mariángel, un ejemplo de los procesos de incidencia que estamos realizando con las niñas y niños de Norte de Santander, Arauca y La Guajira en el marco del proyecto ‘El Mundo es mi Hogar’ apoyado por Global Affairs Canada.
Acerca del proyecto:
El proyecto ‘El Mundo es mi Hogar’ es apoyado por Global Affairs Canada y se centra en mejorar la realización del derecho a una educación de calidad, segura y con perspectiva de género para las niñas y niños afectados por el conflicto y la crisis en la frontera colombo-venezolana. El proyecto se implementará por 31 meses y busca beneficiar a más de 30.403 niños, niñas y adolescentes que viven en los departamentos de Norte de Santander, Arauca y La Guajira.