El 2020 no fue un año fácil. La pandemia por COVID-19 agudizó la situación económica y social de miles de familias vulnerables en todo el mundo, y Colombia no fue ajena a esta situación.
Lograr garantizar entornos seguros y protectores para los niños y niñas fue una tarea titánica, pero no dimos nuestro brazo a torcer y gracias al apoyo de donantes, aliados, colaboradores, amigos de buena voluntad, y guardianes de la infancia, pudimos redoblar esfuerzos y llegar a 149.761 beneficiarios directos y a 137.637 de forma indirecta en Norte de Santander, Nariño, Cundinamarca, Valle del Cauca, Cauca, Arauca, La Guajira y San Andrés y Providencia.
Con su apoyo, en el último año logramos invertir 20,3 millones de dólares en actividades de salud, apoyo psicológico, prevención de la violencia basada en género, nutrición, acceso al agua segura, educación, protección, medios de vida. Con su apoyo, pudimos seguir reforzando la idea con todo nuestro público que el momento para invertir en la niñez es ahora #ProtegiendoAUnaGeneracion que merece ver realizados sus derechos, ejercer su plena ciudadanía en Colombia y construir paz.
Paralelamente en 2020 logramos atender cinco grandes emergencias en el país:
- Migración: de casi 6 millones de venezolanos que han salido de su país, aproximadamente 1.8 millones de personas están en Colombia. A través de nuestras operaciones en Educación, Protección, WASH (Agua y saneamiento), CASH (transferencias monetarias) y Medios de Vida, Salud y Nutrición; continuamos brindando mejores oportunidades y acceso a necesidades básicas a los niños, niñas y sus familias más vulnerables.
- COVID-19: Implementamos nuestra estrategia de respuesta ante la pandemia por el COVID-19. Aunque nuestras oficinas tuvieron que cerrar, el staff siguió trabajando desde casa, para así ajustar las actividades y llegar a los niños, niñas y sus familias más vulnerables a pesar de la distancia. llegamos a 176.642 personas (104.106 niños y niñas y 72.536 adultos), acompañamos a nuestros beneficiarios a través de medios digitales y seguimos adaptando todas nuestras operaciones para satisfacer las necesidades más urgentes.
- Ola invernal: Las fuertes lluvias en múltiples sectores del país, al igual que los desastres naturales causados por estas, llevaron al incremento en las necesidades de niños, niñas y sus familias en las regiones donde tenemos presencia. En coordinación con otras organizaciones, llegamos además a familias afectadas en el departamento del Chocó.
- Conflicto Armado: Luego del aumento significativo de casos de desplazamiento y masacres en el país, desde nuestra oficina regional, se categorizó la respuesta en Colombia al conflicto armado. Esta busca una atención apropiada culturalmente, multisectorial, centrada en la experiencia y participación de la comunidad, basada en un análisis del conflicto y contexto.
- Eta y Iota: Tras el paso del huracán ETA y IOTA por el Caribe, se declaró la emergencia regional. Las islas de San Andrés y Providencia en Colombia fueron las más afectadas. Por medio de nuestra capacidad de respuesta ante desastres naturales, logramos llegar a Providencia, donde aún se lleva a cabo una implementación basada en dos líneas estratégicas: Protección y Educación.
En medio del COVID-19 redoblamos nuestros esfuerzos para seguir velando por la protección de los derechos de la niñez, nuestra razón de ser como organización. Conozca los detalles de nuestra intervención en 2020 en Colombia en nuestro informe aquí: https://savethechildren.org.co/informe-2020-en-medio-del-covid-19-llegamos-a-149-971-beneficiarios-directos/