A sus 16 años, Erika sueña con terminar su bachillerato académico. En moto y con Core, su perro, a su lado, día a día, esta joven se desplaza de su vereda Miraflores al casco urbano de La Playa. De mayor, el sueño más grande de esta joven es estudiar medicina y retornar a su vereda para ayudar a su comunidad.
La historia de Erika en sus propias palabras:
Con Core a su lado, Erika deja su hogar en la vereda Miraflores para emprender camino al casco urbano de La Playa y así continuar con la validación de su grado sexto de bachillerato. Día a día esa era su rutina hasta que un paro armado llegó a su vereda.
“No podíamos salir a los cultivos. Core hacia sus necesidades cerquita y volvía a mi lado, me daba miedo que le hicieran algo a mi perro porque les ladraba. Dejé de ir al instituto y todos nos quedamos encerrados en la finca”, cuenta Erika, quien a sus 16 años más de una vez ha visto como el conflicto en su región se acrecenta e impacta en su vida.
“En la escuela de la vereda hice hasta quinto de primaria. Muchas veces quedamos en la mitad de enfrentamientos y no salíamos seguros porque esto estaba minado. Incluso ahora, mis papás no me dejan ir muy lejos con Core aunque ese es bien andariego”, comenta.
De mayor, el sueño más grande de esta joven es estudiar medicina y retornar a su vereda para ayudar a su comunidad. “Me gustaría irme de aquí y estudiar en otro lado pero no tenemos para donde. A cualquiera le gustaría irse de aquí, vivir cosas nuevas, conocer lugares, pero por el momento hay que amar esta tierrita”, concluye.
Contexto e información del proyecto:
La Playa de Belén es un municipio que hace parte de la tradicional región Catatumbo en Norte de Santander conectando por carreteras nacionales con Cúcuta, Bucaramanga y Santa Marta. Debido a su ubicación rural, La Playa de Belén ha tenido un desarrollo y contexto afectados por el conflicto armado a manos de distintos actores ilegales ya que sus densas montañas facilitan su tránsito clandestino, pese a que su economía está basada en la gastronomía, los oleoductos petroleros, la agricultura y el turismo.
En esta ocasión, la población del Catatumbo fue víctima de un paro armado realizado por distintos grupos al margen de la ley en la región, lo que provocó desplazamiento y desabastecimiento de alimentos por cerca de un mes. Ante los hechos, Save the Children Colombia dio respuesta humanitaria con la entrega de 153 kits (50 de higiene, 50 escolar, 50 de alojamiento y 3 de docentes) en las veredas Capellanía y Miraflores del corregimiento de Aspasica del municipio de La Playa beneficiando a 86 familias.
Save the Children Colombia inicia su trabajo en Norte de Santander desde 2015, a través de diferentes proyectos. A partir del 2018, iniciamos un acompañamiento en la zona conocida como “Catatumbo”, con nuestro proyecto “Somos Educación” y, recientemente, con el proyecto apoyado por la Agencia de Cooperación Noruega, Catatumbo Ama la Educación, centrado en el fortalecimiento de habilidades en la alfabetización y la aritmética. Con este último proyecto, que se implementará por 4 años en la zona, se busca beneficiar a más de 15.994 niños, niñas y adolescentes que viven en la zona y quienes han sido altamente afectados por el conflicto armado, la pobreza, la migración y la falta de acceso a servicios básicos en la región noroccidental del país focalizando seis municipios: Ocaña, Ábrego, El Carmen, La Playa, Teorama y Convención.