Desde hace algunos días la crisis del conflicto en Ucrania se ha agudizado, se han escuchado explosiones en la capital, Kiev, y en otras ciudades importantes como Járkov, lo que ha obligado a los niños, niñas y sus familias a refugiarse en sótanos y refugios antibombas. Los padres y madres informan de que intentan calmar a menores aterrorizados. Las temperaturas en la capital están cayendo por debajo de los 0ºC, y los niños y niñas desplazados pueden enfrentarse a largas noches y días expuestos a condiciones extremas.
En el este de Ucrania, más de 400.000 niños y niñas viven en zonas con alto riesgo de sufrir los efectos directos de la presencia de soldados y artillería, como ser heridos o muertos por armas de fuego, minas terrestres y explosivos, o ser desplazados de sus casas. Se sabe que al menos 100.000 de estos niños, niñas y sus familias ya han abandonado sus hogares desde el lunes, y actualmente se refugian en casa de amigos, parientes y desconocidos, a menudo en condiciones de hacinamiento.
Save the Children asegura que al menos tres niños han muerto en el contexto del conflicto en Ucrania y subraya nuevamente que cualquier guerra es siempre una guerra contra los niños. Asimismo, denuncia la muerte de dos profesores, quienes perdieron la vida tras el impacto de una escuela en Gorlovka, en el este de Ucrania, al tiempo que las operaciones militares rusas se intensificaban, con explosiones reportadas en las principales ciudades.
Save the Children hace un llamado urgente a todas las partes del conflicto para que acuerden un cese inmediato de las hostilidades, con el fin de reducir el riesgo para la vida y el bienestar de la infancia. Mientras duren las hostilidades, todos los actores deben cumplir con el derecho internacional humanitario, que garantiza que los civiles y los edificios civiles, especialmente las escuelas y los hospitales, estén protegidos de los ataques. El uso de armas explosivas en zonas pobladas corre el riesgo de causar graves daños a los civiles, sobre todo a los niños y niñas, y debe evitarse a toda costa.
Save the Children ha estado operando en Ucrania desde 2014, entregando ayuda humanitaria esencial a los niños y sus familias. Esto incluye apoyar el acceso a la educación, distribuir kits de invierno y kits de higiene y proporcionar subvenciones en efectivo a las familias. Nuestros especialistas ayudan a los niños a superar los impactos mentales y psicológicos de sus experiencias de conflicto y violencia y aumentan su capacidad para hacer frente al estrés en su vida diaria.
5 formas de hablar con los niños sobre los conflictos
Es probable que sea la primera vez que niños y niñas en todo el mundo conozcan o se enteren por los medios de comunicación sobre esta lamentable situación, es por esto que los expertos de Save the Children comparten cinco herramientas y consejos que los cuidadores pueden usar para abordar la conversación con los niños:
- Dedique tiempo y escuche cuando su hijo quiera hablar:
Dé a los niños el espacio para decirle lo que saben, cómo se sienten y para hacerle preguntas. Es posible que se hayan formado una imagen de la situación completamente diferente a la que usted tiene. Tómese el tiempo para escuchar lo que piensan y lo que han visto u oído.
- Adapte la conversación al niño:
Tenga en cuenta la edad del niño a medida que aborda la conversación con él. Es posible que los niños pequeños no entiendan lo que significa un conflicto o una guerra y requieran una explicación apropiada para su edad. Tenga cuidado de no explicar demasiado la situación ni entrar en demasiados detalles, ya que esto puede hacer que los niños se sientan innecesariamente ansiosos. Los niños más pequeños pueden estar satisfechos con sólo entender que a veces los países pelean. Es más probable que los niños mayores entiendan lo que significa la guerra, pero aún pueden beneficiarse al hablar con usted sobre la situación. De hecho, los niños mayores a menudo estarán más preocupados por hablar de la guerra porque tienden a comprender los peligros mejor que los niños más pequeños.
- Valide sus sentimientos:
Es importante que los niños se sientan apoyados en la conversación. No deben sentirse juzgados ni descartar sus preocupaciones. Cuando los niños tienen la oportunidad de tener una conversación abierta y honesta sobre las cosas que les molestan, puede crear una sensación de alivio y seguridad.
- Asegúreles que los adultos de todo el mundo están trabajando arduamente para resolver este problema:
Recuerde a los niños que este no es su problema para resolver. No deben sentirse culpables por jugar, ver a sus amigos y hacer las cosas que los hacen felices. Mantenga la calma cuando se acerque a la conversación. Los niños a menudo copian los sentimientos de sus cuidadores: si usted está inquieto por la situación, es probable que su hijo también lo esté.
- Brinde una forma práctica de ayudar:
Apoye a los niños que quieren ayudar. Los niños que tienen la oportunidad de ayudar a los afectados por el conflicto pueden sentir que son parte de la solución. Los niños pueden crear eventos para recaudar fondos, enviar cartas a los tomadores de decisiones locales o crear dibujos pidiendo la paz.