Después de más de tres años abogando por la ley contra el castigo corporal, la plenaria del Senado aprobó el Proyecto de Ley 320: “Por medio del cual se prohíbe el uso del castigo físico, los tratos crueles, humillantes o degradantes y cualquier tipo de violencia como método de corrección contra niños, niñas y adolescentes y se dictan otras disposiciones”. Este precedente marca un paso más en la protección integral de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
La Ley recién aprobada con una mayoría de votos de 140 contra 13, promueve una crianza basada en el amor y en el respeto hacia la dignidad de la niñez y, además, el acompañamiento a las familias para que fortalezcan sus competencias parentales.
“Celebramos que Colombia es el país 63 en el mundo apostándole a las nuevas formas de relacionamiento, a la construcción de paz, a un país libre de violencia contra las niñas, niños y adolescentes”, señaló María Paula Martínez, directora ejecutiva de Save the Children Colombia.
Para el caso de América Latina, nuestro país se suma a Argentina, Brasil, Bolivia, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, Estados que han apostado por la crianza de los niños y las niñas sin hacer uso de ningún tipo de violencia.
“Esta ley es una ley de prevención, no es sancionatoria y establece una política pública de pedagogía y prevención para evitar más violencia”, destacó Harry González, coautor de la iniciativa.
La estrategia pedagógica y de prevención a la que se refiere González promoverá alternativas y prácticas para educar, orientar y disciplinar sin castigo físico, para iniciar así una transformación cultural que elimine el uso del castigo físico y el trato humillante contra la niñez.
Save the Children, junto a los representantes proponentes, la coalición de oenegés y algunas instituciones académicas, ha venido promoviendo en diferentes espacios políticos, sociales, familiares e institucionales, diversas estrategias pedagógicas enfocadas en garantizar integralmente los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes, y este histórico fallo nos invita y motiva a continuar abogando y trabajando incansablemente por el bienestar de la niñez.